Casa de JG, en Hermosillo Sonora. Soy Liliana Michel, interiorista desde hace casi 20 años, nacida en Guadalajara Jalisco, y radico en Sonora desde hace casi 28 años. Esta residencia está ubicada en Hermosillo, Capital del Estado de Sonora; en una de las zonas más exclusivas y hermosas de la ciudad, teniendo una peculiaridad, el terreno de esta residencia, fue todo un reto, ya que al estar en una colina o cerro muy empinado, estando en una pendiente, se requería que quedara todo en un solo nivel, con alberca totalmente suspendida de 25 metros de longitud, siendo una gran protagonista de la vista, sin ser lo más importante. Fue un reto continuo esta residencia, ya que cuando se pensó, no había ningún acceso al terreno, ni calle, ni nada de infraestructura; se tuvo que realizar desde cero. Al trabajar en el diseño del interior de la casa, desde la entrada, el uso de cada piedra, madera, tapiz, iluminación, etc., fue pensada para hacerla funcional, dinámica, práctica, inteligente, pero, sobre todo, acogedora; dónde la cultura y el arte de México y en especial de Sonora destacan en todo el interior. Empezando en la entrada con una espectacular obra de la pintora Edna Patricia Guzman, donde refleja una tradición Sonorense muy fuerte, el indio Yaqui, de una manera sutil y elegante, continuando con la sala con increíbles obras del escultor Sergio Bustamante. Así como también la naturaleza desértica, no se interrumpe, incluso se exalta su belleza y se le da protagonismo en todas sus áreas. El uso de tapices especiales, dan textura, color y originalidad; en los muebles y su colocación, hacen que destaque la bella vista que rodea toda la casa, el uso de textiles se pensó en los neutros, y el uso de vidrio, cromos, sólo en detalles; siguiendo el hilo conductor de ser una casa contemporánea, y atemporal, llena de sofisticación y elegancia. La piedra en la sala, siendo este el punto focal, de toda el área social, con una chimenea, llenando de calidez, de relajación y de convivencia extraordinaria. Como en el comedor, la mesa es una combinación de metal y madera, fabricado a una medida especial para el espacio. El protagonismo de la iluminación fue clave para destacar cada elemento que se necesitaba. La habitación principal invita a un descanso reparador, y a un deleite para sus dueños. Con una vista hipnotizante que no te deja más que disfrutarla. Y disfrutando los atardeceres de colores intensos de Sonora. Esta Residencia fue un deleite de principio a fin. Lleno de retos, llevándonos a culminar una residencia en la que vivir ahí, se sienta, simplemente excepcional.